La actriz londinense de ascendencia escocesa ha sido parte constitutiva del acto creativo para directores de la talla de Jim Jarmusch, Béla Tarr, Wes Anderson, Érick Zonka, Sally Potter o Derek Jarman. El cuerpo, en el caso de Tilda parece por momentos levitar, sin perturbar el mundo con su peso. Sus más de 50 películas han abarcado casi todos los géneros, con una encantadora particularidad. Once de las producciones donde ella ha sido actriz, harán parte del tributo que el 58 Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias; también participará en un conversatorio en Salón FICCI.
En sus años como estudiante de Literatura Inglesa, Swinton comenzó a interesarse por el mundo de la interpretación, especialmente por el teatro, lo que le permitió formar parte de la Royal Shakespeare Company. Su carrera en el cine comenzó de la mano de Derek Jarman, en ‘Caravaggio’ (1986), película con la que empezó una fructífera colaboración con este vanguardista artista y director.
Tilda redefine las ideas de lo femenino, no solo por roles como los de ‘Orlando’ (1992) de Sally Potter, sino por su presencia misma, indefinible. Una que da otra perspectiva a esa hiper-sexualidad que enmarca los ideales de belleza establecidos, esos que en Swinton adquieren un carácter misterioso.
Ganadora del Oscar en 2008 por su papel secundario en ‘Michael Clayton’ de Tony Gilroy, su carisma podría resumirse en el amor con el cual es filmada por Jim Jarmusch en ‘Only Lovers Left Alive’ (2013), en una secuencia memorable que gira sobre el personaje y su forma de habitar el plano, y que parecería hablar más de la actriz que de su personaje.
@gonzalezcrisd
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