Este 22 de diciembre llega a las salas de cine de Colombia la historia que transcurrió en 1977 con una  dictadura militar que azotaba a  Argentina, han optado como método de exterminio de los presos políticos tirarlos vivos al mar desde aviones de la Marina.

El Capitán Tomas Kóblic, deberá enfrentarse a la más terrible encrucijada de su vida, es convocado sin mucha información previa a un ‘ vuelo de la muerte’, deberá comandar la nave, acompañado por otros camaradas represores y rodeado de gente semidesnuda y narcotizada, cuyos cuerpos exhiben los estragos de la tortura.

Kóblic pasará del espanto a la desobediencia, generando una emergencia en el macabro plan de vuelo. Lo sucedido durante la misión lo conducirá a abandonar intempestiva e informalmente su carrera militar. Se refugiará en Colonia Helena, pequeño poblado a pocos kilómetros de la costa atlántica, donde Alberto Tejero, quien fuera amigo de su padre, regentea un viejo hangar y brinda servicios de aerofumigación.

Comenzará en ese perdido caserío de la extensa llanura pampeana, una nueva, inesperada y no menos violenta etapa de su vida. Abandonado por su esposa, escondido y sin rumbo, intentará subsistir con el trabajo de fumigador volando el avión de su amigo. Pero en ese pueblo, de apacible apariencia, la única ley que impera es del comisario Velarde, un delincuente con uniforme policial, líder de una banda de robo de ganado y con oscuros vínculos con los jerarcas militares que controlan la región.

Colonia Helena no es más que un claro reflejo de una Argentina oscura, densa, violenta y viciosa, donde la dictadura no solo asesina sino que ha extendido sus ramificaciones en todos los rincones y habitantes del país, gracias a la connivencia de militares de cualquier rango con el poder policial corrupto y demasiados civiles adeptos a convivir con un régimen oscuro que les garantiza beneficios personales.

Un enviado de alto rango lo tentará para que se reintegre a la fuerza. Su negativa lo coloca, definitivamente, en el bando enemigo de la dictadura. Sabiéndose rodeado, Kóblic planifica escapar, no sin antes hacer justicia por Alberto. Se precipita entonces un desenlace dramático, vibrante, violento, con la tensión propia de un buen western pero inmerso en un contexto histórico veraz.